Triste

Entran en un restaurante,
cada día entran muchos clientes,
casi no puedo ni contarlos,
y dentro de mucho no podré ni acordarme de ellos.

Sopa, sopa, sopa, sopa...
siempre piden sopa,
y el filete con patatas siempre espera y a veces ni llega,
pero solo si les llegó la sopa a las patas.

Una vez de muchas, el filete llega,
saboreando cada bocado como si fuera el último,
pequeños momentos goza en esos instantes,
pero sabe que dura poco...mañana llegará la sopa.

A veces se siente traicionado,
el huevo frito ocupó esta vez su lugar,
triste y putrefacto vuelve a su nido,
de donde nacen y mueren los sueños.

Sabe que las cosas no cambiarán,
siempre serán asi hasta el fin de sus días,
y que aunque cada día lo odie, aunque cada día se maldiga a si mismo por pensar así,
desearía ser alguna vez la sopa.